RESERVA ESTADÍA EN LAS CABAÑAS DEL SALTO DE AGUA
FUENTE: cardiosalud.org
A veces se suele olvidar el papel esencial que el agua desempeña en la vida y en la alimentación.
Cuando se considera una alimentación saludable y sustentable, a menudo se centra en que los alimentos estén en calidad y cantidad adecuadas, dando por sentado, u obviando la importancia de la hidratación.
El agua es un nutriente esencial que está presente de forma generosa en la naturaleza y constituye al menos el 50% del peso de nuestro cuerpo. Participa en todos los procesos vitales, incluido el funcionamiento de los riñones, el intestino y el cerebro. Además, regula la temperatura corporal y contribuye a un mayor rendimiento tanto físico como mental.
Desde el 16 de octubre de 1979, se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este día fue proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su finalidad es concientizar sobre los problemas alimentarios que enfrenta la humanidad y fortalecer acciones de cambio.
Este año, el lema central es ‘El agua es vida. El agua nutre’. La Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular identifica este concepto como un elemento imprescindible en la incorporación de una alimentación saludable.»
En Uruguay contamos con la ‘Guía Alimentaria para la Población Uruguaya: para una alimentación saludable, compartida y placentera’, que reconoce la importancia central del agua .
Se enfatiza que, para una hidratación saludable, no es necesario esperar a sentir sed para tomar agua, ya que la sed es un signo incipiente de deshidratación. Siempre es recomendable llevar una botella recargable al salir de casa.
Abundan las opciones de refrescos, “jugos” artificiales, aguas con sabores, jugos industrializados y bebidas energizantes. Todas estas alternativas están cargadas de azúcares o jarabes para endulzarlas. Su consumo aporta calorías en exceso, lo que puede provocar aumento de peso, caries y afectar el metabolismo de la glucosa y la salud cardiovascular, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo máximo de azúcar no supere el 10% de las calorías diarias, y en lo posible sea incluso del 5%.
Esto significa que para un adulto, la ingesta máxima de azúcar debería estar entre 25 y 50 gramos. Para un escolar de hasta 9 años, lo deseable es que esté entre 20 y 40 gramos.
Solo 1 botella de bebida azucarada supera la recomendación para un adulto.
Se ha estudiado que nuestros escolares, en promedio, tienen una ingesta de 94,6 gramos de azúcar, ¡más del doble de lo recomendado! Esto se debe en gran parte al consumo de refrescos, jugos artificiales e industriales. Esto equivale a casi 3 kg de azúcar por mes.
Un 40% de los niños y niñas en edad escolar tienen sobrepeso u obesidad, mientras que el 65% de los adultos se encuentra en esa situación también. El exceso de peso es un riesgo y una enfermedad, que afecta a toda la sociedad y al bienestar de las personas.
A modo de ejemplo, hemos calculado cuánto movimiento se requiere para utilizar esas calorías contenidas en las bebidas azucaradas en relación al peso de la persona. Estas bebidas, no proporcionan nutrientes ni dan saciedad.